Es frecuente confundir la retención de líquidos con el sobrepeso, entre otras cosas porque suele estar muy relacionado, pero cuando nuestro verdadero problema es la inflamación y no el exceso de grasa el tratamiento debería ser muy diferente y hacer dieta o ir al gimnasio no sirven de mucho.
¿Qué es la retención de líquidos?
Se llama retención de líquidos, hidropesía o edema al desequilibrio del sistema corporal que se encarga de la filtración, eliminación y reabsorción de agua entre nuestros vasos sanguíneos, tejidos, células y espacios intersticiales. Es un sistema complicado y muy evolucionado que se basa en la presión osmótica y la presión hidrostática, que son fuerzas que regulan el agua que sube, el que baja, el que se elimina, el que entra o el que sale de nuestras células y sistema circulatorio.
¿Tengo retención de líquidos?
A veces es difícil distinguir si lo que nos sobra es grasa o es líquido en nuestro cuerpo, pero hay algunas evidencias que nos confirman que nuestro problema es de inflamación por la acumulación de agua retenida.
Tienes retención si te pasa algo de esto frecuentemente:
- Te acuestas con más peso del que te levantas.
- La ropa te queda bien por la mañana, pero te ajusta mucho por la tarde.
- Te pones un anillo con facilidad en la mañana, pero por la noche te cuesta mucho quitártelo.
- Se te inflaman los tobillos y el abdomen con mucha facilidad.
- Tienes bolsas bajo los ojos algunas mañanas.
- Aunque pierdas peso y adelgaces tienes celulitis.
- Te cuesta moverte, te sientes cansada/o y has perdido flexibilidad.
- La ropa, en especial los calcetines y pantalones te dejan marcas.
- Sientes los pies y las manos frías casi siempre.
- Aunque hagas dieta o deporte no consigues bajar de peso o pierdes muy poco.
- A veces, cuando algo cambia, tu peso puede variar hasta 5 kilos en una semana.
¿Por qué tengo retención de líquidos?
Como te explicaba el sistema que mantiene el equilibrio de nuestros líquidos es muy complejo y sobre todo muy delicado, porque pequeñas variaciones metabólicas o ambientales pueden romper ese equilibrio y provocar que nos hinchemos rápidamente.
Solemos pensar que beber más o menos agua, hacer o no ejercicio o permanecer muchas horas en la misma postura son las causas de la retención de líquidos, pero hay más causas e igual de importantes aunque no se suelen tener en cuenta.
- Una alimentación rica en sal favorece la inflamación, pero una alimentación deficitaria en proteínas, Vitaminas o electrolitos es una causa más común de la retención. Es decir, tanto un exceso de algunos nutrientes como un déficit de otros desequilibra nuestro sistema hídrico.
- El desequilibrio hormonal es otra causa muy frecuente de la retención de líquidos sobre todo en las mujeres. El equilibrio de hormonas sexuales femeninas es tan delicado como el equilibrio hidrostático y nuestro sistema endocrino funciona como un minucioso circuito de efecto mariposa. Durante el embarazo es más frecuente sufrir los estragos de esta alteración hormonal, pero sin necesidad de estar embarazada también solemos sufrir todo tipo de desequilibrios hormonales que tenemos que solucionar para eliminar nuestra retención de líquidos.
- Si tu cuerpo no obtiene el agua suficiente de la dieta, tiende a aumentar la retención ya que previsiblemente pasará mucho rato antes de volver a obtener agua. Es decir, si no tomas agua suficiente, tu cuerpo se pondrá en “modo ahorro” de agua.
- Sufrir Resistencia a la Insulina o Hiperinsulinismo favorece enormemente el desequilibrio hormonal y el desequilibrio hídrico del cuerpo.
- El Síndrome de Ovarios Poliquísticos, cada vez más común en nuestra sociedad, es un trastorno hormonal que afecta a muchas mujeres jóvenes y uno de sus síntomas más frecuentes es la inflamación por retención de líquidos.
- El estrés, en mi opinión personal, es la causa más común de retención de líquidos hoy en día. Tanto en mi vida personal como en mi consulta veo cómo las personas se hinchan y se deshinchan dependiendo de su estado emocional, su nivel de estrés y su ansiedad. El estrés altera mucho nuestro sistema circulatorio y nuestro sistema hormonal así que es fácil deducir que es uno de los protagonistas del problema de equilibrio hídrico en nuestro organismo.
- La anemia es otro trastorno determinante para la inflamación y que sobre todo afecta a mujeres y personas vegetarianas.
- Los problemas renales, pulmonares o coronarios (de corazón), suelen producir problemas de equilibrio de líquidos e inflamación en todo nuestro cuerpo, aunque además de esto producen otros tantos síntomas por los que son más fácilmente reconocibles.
- Los medicamentos antidepresivos, somníferos, hormonales sexuales, esteroideos (corticoides por ejemplo) o los betabloqueantes (para tratar hipertensión por ejemplo), suelen producir o favorecer la retención de líquidos en nuestro organismo.
- El estreñimiento y otros trastornos digestivos o de tránsito favorecen la toxicidad del organismo, el déficit de nutrientes y por lo tanto la inflamación.
- Un estado de hipersensibilidad inmune hace que se sucedan en nuestro organismo multitud de reacciones inflamatorias, tanto que a veces se mantiene una inflamación constante durante días o incluso periodos más largos. Lo vemos en casos de alergia, asma, lupus y otros tantos tratornos autoinmunes.
Tratamiento para la retención de líquidos
Como hemos visto son muchas las causas de la retención, y muchas de ellas no tienen nada que ver con tu actividad física o tu dieta, por eso, averiguar la causa de tu inflamación es fundamental para poder aplicar un tratamiento adecuado. Cada persona es única con sus circunstancias, y lo que te hace inflamar a ti seguramente no sea lo mismo que en micas, así que es importante estudiar tu caso, tu salud general, incluyendo tu salud emocional y estrés, para poder elaborar un plan de cambio eficaz y que se mantenga a largo plazo.
Tomar diuréticos es un parche que además puede tener un efecto rebote a largo plazo, así que aunque en algunos casos puede ayudar, no es una buena solución en mi opinión porque debemos trabajar en tu nutrición, tu depuración, una suplementación bien pensada, tus hábitos y tu salud emocional.
Si intentas adelgazar pero no lo consigues, si te sientes hinchada y cansada o te has dado cuenta de que tu estrés afecta mucho a tu volumen, no te resignes, es mejor que tomes conciencia y pongas los medios para que el problema no vaya a más. Puedes contactar conmigo para más información sobre mi forma de trabajar o pedir una cita en mi consulta de Madrid donde podremos comenzar a tratar tu caso cuanto antes y de forma personalizada.
Elena Cibrián,
Coaching sanitario y naturopatía
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