¿Medicina natural o medicina institucional? Como si de un Madrid-Barça se tratase parece que estamos obligados a posicionarnos y elegir (más aún si eres naturópata), pero a estas alturas de la vida y con tantas evidencias a nuestras espaldas ¿de verdad tenemos que conformarnos con una sola forma de sanar?. Yo elijo ambos bandos. Prefiero contar con las herramientas necesarias en cada momento y apuesto por una medicina integrativa.
Hoy en día sabemos que la mejor terapia sanitaria es la que logra personalizar cada tratamiento al máximo y cuenta con todas las herramientas necesarias para tratar y curar a las personas, y eso solo se consigue con una visión global el integral de la salud. Y hago énfasis en el hecho de tratar personas, no sólo enfermedades. Naturopatía, cirugía, psicología, fisioterapia, métodos de diagnóstico modernos, farmacopea, nutrición… ¿no sería maravilloso que la sanidad fuese tan diversa y rica como lo somos las personas y pudiese diseñar un tratamiento único y preciso para cada caso?.


A pesar de vivir en una sociedad desarrollada y con un supuesto bienestar instaurado, cada día más personas sufren de malestar continuo sin encontrar la salida, y es que  la resignación que genera el sistema sanitario instaurado en nuestra sociedad y la dificultad para aceptar otros caminos de curación están creando demasiados enfermos crónicos, cuando en realidad no lo son.  Y paradójicamente esto ocurre a la vez que menos personas se conforman con vivir medicamentadas y resignadas porque tenemos un concepto más evolucionado de nosotros mismos. Nos entendemos como algo más que carne y huesos y por lo tanto buscamos el bienestar global que nos permita sentirnos bien.

La medicina moderna consigue mantenernos dentro de unos rangos aceptables de salubridad, corta y pega milagrosamente, diseña pastillas muy precisas y nos cambia el corazón si el nuestro no funciona, pero deja bastante que desear en eso de hacernos sentir bien y lograr la salud global. Y es que estamos de acuerdo en que la medicina moderna es necesaria, pero llamarla moderna me parece excesivo… En muchos casos (no en todos) se muestra más bien obsoleta, absolutista y protocolaria y por eso tiene muchas carencias que la medicina natural y otras terapias parasanitarias suplen con éxito. Esas carencias parten del error de que la psicología, la naturopatía o la fisioterapia estén fuera del marco institucional de la sanidad, y también surgen cuando la rentabilidad del sistema pesa más de lo que debiera. Por eso nos enfrentamos a sinsentidos como que se prohiba la venta de Stevia, pero se acepte la venta de tabaco cuando es una sustancia que mata al 50% de sus usuarios.

Imponer una única vía sanitaria todopoderosa cuando se demuestra impotente e insuficiente muchas veces, no nos está funcionando. Si somos cuerpo, mente y circunstancias (la OMS así describe el concepto de salud), ¿no sería ideal tener una visión global de la sanidad?. ¿No resulta necesario que un psicólogo, un endocrino y un nutricionista ortomolecular diseñen el menú de los enfermos de cáncer de un hospital?. Si, es muy necesario y sería ideal.
Una vez asumido que en cuestión de salud necesitamos mucho más para sentirnos bien, dejaremos la puerta abierta a un futuro de medicina integrativa donde contemos con una buena cirujana, enfermero y anestesista si necesitamos un trasplante de corazón, pero donde contemos también con naturópatas, nutricionistas, psicoterapeutas y otros profesionales que trabajen en conjunto y aporten diferentes puntos de vista para ayudarnos en caso de depresión, sobrepeso o infertilidad por ejemplo.

No tienes que elegir, solo tienes que conciliar diferentes perspectivas porque como yo siempre digo, hay veces que necesitamos un paracetamol y otras veces necesitamos AYUDA, aprendamos a distinguir cada caso y recuperemos una visión global de uno mismo.