Los problemas intestinales y digestivos se encuentran entre los más frecuentes en la actualidad: infecciones víricas, colon irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, estreñimiento, intolerancias y alergias alimenticias, etc. Pero además de los síntomas propios de cada una de estas dolencias, tienen en común la erosión de la membrana intestinal dando lugar a lo que se conoce popularmente como intestino permeable.
Hiperpermeabilidad e inflamación intestinal
El intestino está protegido y recubierto por una membrana que se encarga de la absorción de nutrientes, de la producción de vitaminas, anticuerpos y enzimas digestivas. Por lo tanto es una de las principales barreras protectoras de nuestro organismo y una de las piezas claves de nuestra salud ya que esta membrana hace las funciones de filtro, aceptando ciertas sustancias necesarias y beneficiosas para nuestro organismo (nutrientes) y rechazando otras que nos pueden resultar muy perjudiciales.
Las enfermedades inflamatorias, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa suelen derivar en un intestino permeable ya que causan erosión en la mucosa que recubre su membrana, pero existen muchas otras causas que debilitan nuestra salud intestinal.
Causas
Las causas de todos estos problemas pueden ser muy circunstanciales, pero tienen en común una alteración del sistema nervioso, la inflamación y destrucción de la mucosa y flora intestinal, aunque son muchos los factores que desencadenan o influyen en estos trastornos:
- Alimentación poco nutritiva, cuando no contamos con los nutrientes necesarios, las funciones de nuestro organismo se ven afectadas irremediablemente. Nuestro cuerpo funciona peor, nuestro metabolismo se altera y nuestra digestión sufre las consecuencias porque sin los nutrientes necesarios no podemos producir jugos gástricos como deberíamos, nuestro sistema nervioso se sensibiliza y nuestro sistema inmune se confunde.
- Uso de medicamentos, son muchos los medicamentos que alteran nuestra pared intestinal, favorecen su permeabilidad y su inflamación. Cuando tomamos aspirina, paracetamol o antiinflamatorios con la intención de aliviar el dolor y la inflamación de cualquier parte del cuerpo (jaqueca, lumbalgia, psoriasis, síndrome premenstrual…) estamos produciendo una erosión en nuestra mucosa intestinal lo que a la larga puede suponer un grave problema dependiendo de nuestra nutrición y capacidad regeneradora.
- Parásitos y otras infecciones, bacterias, virus, hongos y parásitos atacan nuestro intestino y alteran nuestro equilibrio de flora intestinal (microbiota). Cuando la flora se desequilibra las levaduras y bacterias “malas” se descontrolan, acidifican el entorno intestinal y la mucosa se erosiona favoreciendo la aparición de úlceras, inflamación e hiperpermeabilidad.
- Ciertos alimentos proinflamatorios, aunque no se sufra una intolerancia diagnosticada, son muchos los alimentos que favorecen la inflamación intestinal en primer plano y en segundo plano la inflamación de otras partes de nuestro cuerpo (enfermedades autoinmunes), por eso, una dieta muy rica en lácteos, grasas saturadas, azúcares refinados, gluten, levaduras, alcohol, café y aditivos alimentarios son una de las principales causas o agravantes de las enfermedades intestinales.
- El estreñimiento es un trastorno muy importante al que no se le suele prestar la suficiente intención, porque a la larga suele producir problemas más graves y más difíciles de recuperar, no solo a nivel digestivo porque sus causas pueden afectar a cualquier otra función del organismo.
Tratamiento natural
El tratamiento natural de las enfermedades inflamatorias intestinales no se centrará tanto en determinar un diagnóstico, una etiqueta de la enfermedad, sino más bien en determinar la causa de la alteración. No será igual el tratamiento de una persona que claramente muestra síntomas de estrés, que el de una persona que ha sufrido cándidas estomacales o parasitosis durante meses.
Una vez determinadas las causas o los agravantes de la enfermedad se elaborará un plan de cambio que tendrá que llevarse a cabo en diferentes fases. El tratamiento tendrá en cuenta todos estos aspectos y hábitos de la persona que sufre el problema:
- Manejo del estrés físico, emocional o mental
- Cantidad de agua y calidad del agua ingerida diariamente
- Calidad y horas de sueño
- Forma de cocinar los alimentos y de comerlos (masticación por ejemplo)
- Dieta hipotóxica: depuración del organismo, depuración intestinal
- Calidad y cantidad de nutrientes en la dieta
- Mejora de la flora bacteriana con probióticos
- Reparación de la membrana y mucosa intestinal
La naturopatía o medicina natural, tiene una visión reparadora para el tratamiento de estos trastornos, ya que el tratamiento con antiinflamatorios y otro tipo de medicamentos suele quedarse corto. El tratamiento convencional alopático es exclusivamente sintomático (se centra en eliminar los síntomas) y suele generar un decaimiento de la salud general de la persona por la alta ingesta de antiinflamatorios (muchas veces esteroides). La visión de la naturopatía es global (cuerpo, mente y energía) y se centra en recuperar el organismo desde la base, corrigiendo el equilibrio que generó este problema.
Yo soy de la opinión de que la resignación pocas veces está justificada, existen muchas formas de sanar y más aún en este tipo de problemas de causa desconocida, una visión complementaria del problema te acercará mucho más a la salud global y al bienestar.
No te resignes, consúltame y buscaremos la manera de que mejores tu calidad de vida. Consúltame tu caso y veremos qué necesitas y cómo conseguirlo.
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Elena Cibrián,
Coaching sanitario y naturopatía
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