Si eres mujer seguramente llevarás en el bolso un par de Ibuprofenos porque consideres que es normal tomarte un par de antiinflamatorios o analgésicos al mes cuando estás menstruando y sufras síndrome premenstrual (SPM). También habrás escuchado que la píldora anticonceptiva regula tu menstruación y que es la única salida posible a casi cualquier problema de ciclo menstrual, verdad?.

Y ya no hablemos si has sido diagnosticada de endometriosis…, entonces la toma de la píldora no es negociable y eres considerada como enferma crónica y sin remedio hasta tu menopausia, te suena?. Te habrán dicho que deberás renunciar a tu ciclo menstrual y asumir los efectos secundarios de la medicación porque sino el tejido endometrial crecerá y crecerá sin remedio; también deberás operarte las veces que haga falta y aceptar el dolor recidivante porque “no existe cura para la endometriosis y esta es la única solución y lo mejor para ti”. Vaya sentencia.

Yo, que he vivido este proceso en primera persona, como naturópata, investigadora, rebelde y curiosa por naturaleza me resisto a aceptar este protocolo porque desde mi enfoque puede resultar mas perjudicial que la propia endometriosis y además está anticuado y equivocado, por suerte.

He escrito este artículo para ayudar a que te replantees todas estas creencias y obtengas un enfoque diferente de tu salud menstrual y tu endometriosis. Un enfoque más positivo, proactivo y mucho menos angustioso.

 

El dolor menstrual no es normal

A ver, podemos considerar el dolor menstrual como normal en el sentido de que es habitual, pero no debería ser normal  porque es signo de que algo no funciona bien en nuestro organismo. Pero que no funcione bien no quiere decir que no pueda funcionar bien con el tiempo, y aquí reside la gran diferencia de opiniones entre la naturopatía y la medicina convencional. Y es que en esta sociedad de “lo que no funciona se tira o se reemplaza” se nos ha olvidado el gran valor de reparar hasta cuando se trata de nuestro propio cuerpo.
En mi concepto de salud el equilibrio de nuestras funciones casi siempre se puede recuperar o al menos mejorar todo lo posible. Y siempre merece la pena intentarlo.

Debemos intentar restaurar nuestra salud antes de darla por perdida y anularla, podemos vivir sin dolor, podemos manejar la endometriosis y mejorar nuestras perspectivas de futuro más allá de los fármacos. Al menos podemos darnos la oportunidad de intentarlo durante un tiempo.

 

¿Qué es la endometriosis?

Pues la endometriosis es una enfermedad inflamatoria y supuestamente crónica que afecta a 1 de cada 10 mujeres supuestamente también. En mi opinión no ha de ser crónica y seguramente afecte a muchas más mujeres de las diagnosticadas oficialmente, porque teniendo en cuenta que en España una mujer con endometriosis tarda de media 9 años en ser diagnosticada, cualquier cifra al respecto habrá que cogerla con pinzas.

La endometriosis cursa con el crecimiento de tejido endometrial fuera del endometrio.

Normalmente este tejido crece en los ovarios, trompas de Falopio o útero, pero en los casos más graves de endometriosis, la endometriosis profunda, ese tejido puede crecer en los intestinos, la vagina, uréteres, riñones, nervios pélvicos o incluso pulmones. Estos casos son los más difíciles de diagnosticar porque la mayoría de médicos no tienen en cuenta la endometriosis como una posibilidad.

Este crecimiento de tejido endometrial (endometriomas) produce dolor normalmente, mucho dolor en algunos casos y también trastornos de coagulación, trastornos digestivos, de ánimo o inmunológicos.

Se considera que la endometriosis se produce por causa desconocida, cuando en realidad es bien conocido por la comunidad científica y médica que los tóxicos ambientales, tóxicos alimenticios, la exposición a metales pesados, el estrés sostenido y los efectos secundarios de la píldora anticonceptiva causa estragos en nuestra salud hormonal y por lo tanto predispone a sufrir endometriosis entre otros trastornos que afectan a la salud menstrual de la mujer. Así que yo no estoy de acuerdo con que esta visión tan naif de que la endometriosis ocurre por causas desconocidas y nos cae del cielo como un meteorito.

 

Un enfoque diferente sobre la endometriosis

Según mis años de experiencia trabajando con mujeres puedo decir que

  • La endometriosis no sucede por causas desconocidas, son bien conocidas y por lo tanto es una enfermedad que se puede prevenir.
  • La endometriosis es una enfermedad inflamatoria y en consecuencia debería abordarse desde un enfoque inmunológico y no solo hormonal/sexual.
  • La endometriosis se manifiesta normalmente entre los 35 y 45 años, pero tarda años en desarrollarse y por lo tanto fomentar que las mujeres desarrollen su ciclo menstrual de forma natural, sin píldora anticonceptiva y sus efectos secundarios, es fundamental.
  • Un diagnóstico temprano es fundamental y hasta el momento es muy poco probable en la sanidad convencional porque se rigen habitualmente por protocolos anticuados.
  • Tratar la endometriosis con anticonceptivos orales o píldoras anticonceptivas, DIU, antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o contraceptivos hormonales combinados frena la evolución de la enfermedad pero no corrige el problema de base y tiene tantos efectos adversos que puede empeorar la calidad de vida de la mujer.
  • El tratamiento quirúrgico de la endometriosis es un recurso paliativo y no curativo. En ciertos casos no queda más remedio que recurrir a la cirugía, por ejemplo cuando un uréter o riñón se ven comprometidos por el crecimiento de un endometrioma pero este es un recurso de urgencia que elimina el tejido temporalmente aunque suele reaparecer si no se cuenta con un tratamiento de base adecuado.

 

¿Qué te propongo ante tu endometriosis?

Lo primero que te propongo es un pensamiento crítico, libre y bien informado. Una toma de decisiones sin miedo, pero consciente.

Debes entender que todo tu organismo está implicado en tu endometriosis y por lo tanto necesitas un enfoque global e integrativo para detener el crecimiento endometrial, que esto suele ser lo más urgente. Esto es así decidas tomar la píldora o no.

Tu alimentación, tus hábitos, tu salud nerviosa, hormonal e inmunológica determinarán el grado de endometriosis que padeces, la evolución de la enfermedad y tu bienestar. Por lo tanto hay mucho por hacer, no crees?.

Los últimos estudios sobre la endometriosis la relacionan con infección pélvica no tratada y asintomática en muchos casos. También con el agotamiento adrenal y trastornos nutricionales. En cualquier caso el tejido endometrial crece fuera del endometrio porque el sistema inmunológico lo permite, al igual que sucede con otros fibromas o tejidos tumorales. Un sistema inmune saludable y un terreno equilibrado a todos los niveles será capaz de controlar dicho crecimiento e inhibir la proliferación de tejido. Así mi enfoque y mi propuesta pasa por abordar la endometriosis desde este prisma inmunológico, reduciendo toxicidad orgánica y nutricional, permitiendo la desintoxicación renal, intestinal y hepática y favoreciendo un sistema nervioso saludable, sobre todo alrededor del nervio vago.

Si sufres endometriosis, dudas y estás buscando un camino de salud y recuperación te animo al cambio. Con ayuda puedes tomar decisiones conscientes y libres, poner en marcha tu organismo para que se comporte de manera diferente y comprometerte con el autocuidado para librarte del dolor y el miedo. Puedes contactar conmigo para que te acompañe y estudiar tu caso de forma individual.

Elena Cibrián
Consulta de Naturopatía
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