Alguna vez he atendido a personas con sobrepeso que algo confundidas con mi forma de trabajo me han pedido una tabla de calorías de los alimentos para conseguir adelgazar, y yo siempre respondo lo mismo: que contar calorías es un método simplista y psicológicamente insostenible, por eso hoy me gustaría explicar mi punto de vista en este artículo.

Son demasiadas las persona que viven pendientes de la cantidad de calorías diarias que ingieren porque siempre ha sido la recomendación de endocrinos y nutricionistas ante casos de sobrepeso. Lo recomiendan porque funciona a corto plazo, es decir, este método da resultados rápidos que es lo que parece primar hoy en día. Lo que pasa es que estos resultados muy muy pocas veces se mantienen, a la larga se produce un desequilibrio y un aumento de peso y casi siempre se cobra un alto precio emocional. Existen otras formas más sanas y naturales de comer y adelgazar sin necesidad de una calculadora.

Nuestro metabolismo se encarga de convertir los alimentos que ingerimos en nutrientes y calorías en forma de ATP (adenosín trifosfato), que es la energía que necesita nuestro cuerpo para funcionar y que tengan lugar todas las reacciones orgánicas como la reproducción celular, la digestión o la contracción muscular. En definitiva, las calorías, el ATP, son nuestro combustible. El problema que relaciona nuestra ingesta de calorías con el sobrepeso se basa en que la energía que no consumimos (las calorías que no gastamos) se almacena en forma de grasa corporal. Por eso a más calorías ingeridas y menos gasto calórico, mayor probabilidad de sobrepeso. Si, no? Seguro? Y entonces por qué mi cuñada come lo que quiere y está delgada?. Pues porque no somos tan sencillos y nuestro metabolismo es difícil de manipular con atajos.

Sin duda un exceso de calorías y poca actividad física suelen producir aumento de peso, pero no son la única causa del sobrepeso y según mi experiencia tampoco la causa más común, al menos en mujeres. Siempre es recomendable ir un paso más allá de las calorías y tener en cuenta muchos otros aspectos cuando buscamos perder peso (equilibrio hormonal, salud adrenal, estrés, salud digestiva, toxicidad, sistema linfático, etc.), además de una labor de acompañamiento o coaching que te ayude en cada paso y debilidad del proceso.

Contar calorías causa efecto rebote

Si alguna vez has hecho una dieta hipocalórica, quizá hayas perdido unos cuantos kilos en una primera fase, pero seguramente cuando hayas recobrado tu rutina habrás subido más kilos de los que perdiste. Esto es el efecto rebote, efecto yo-yo o el infinito sube y baja al que se exponen muchas personas causando un gran desequilibrio a su cuerpo y mente.
Este efecto rebote sucede porque los seres humanos tenemos una extraordinaria capacidad de adaptación que permite a nuestro metabolismo adaptarse a los nutrientes y calorías que ingiere. Es decir, si comes menos calorías tu metabolismo se va a apretar el cinturón para gastar menos, tus funciones se ralentizarán y tu metabolismo basal consumirá lo menos posible.

Cuando tu cuerpo ya se ha adaptado a consumir menos calorías es cuando empezamos a notar que la dieta ya no nos funciona, que ya no perdemos más kilos y entonces o nos relajamos o tiramos la toalla y volvemos a nuestra normalidad, y ahí es donde cogemos el doble de kilos que habíamos perdido. Esto sucede porque nuestro metabolismo continua en modo ahorro, sigue ralentizado y guarda más calorías que antes de que empezaste la dieta. Así muchas personas después de probar 10 dietas diferentes se dan cuenta de que ya cualquier cosa les engorda y sienten que están cogiendo peso hasta comiendo una rodaja de pepino.

Contar calorías resta energía y causa malestar

Además del temido efecto rebote, contar calorías trae consigo otros problemas mucho más graves: frustración y ansiedad. Frustración cuando vuelves a coger el peso que habías perdido y te das cuenta de que no estás logrando tus objetivos y ansiedad porque te pasas las horas deseando comer cosas que en teoría no puedes comer, lo que genera un círculo vicioso de ansiedad-comerparacalmarme-frustración-comerparasentirmemejor.

Nuestro malestar emocional va creciendo cada vez que sumamos un nuevo “fracaso” y no conseguimos lograr o mantener nuestros objetivos, hasta tal punto que perder peso y controlar lo que comemos se convierte en una fuente de estrés continuada que nos acarrea otros problemas paralelos como desequilibrios autoinmunes, malnutrición o problemas nerviosos.

Además, este tipo de dietas hipocalóricas suponen una gran pérdida de energía vital porque nos fuerza a comer de una forma antinatural y complicada, siguiendo menús y calendarios que poco tienen que ver con lo que nuestro cuerpo nos pide y necesita realmente (¡quién dice que no puedes comer un plátano si es lo que realmente tu cuerpo necesita!). Cuando nos centramos en lo que podemos o no comer, perdemos la oportunidad de disfrutar de otros aspectos de nuestra vida mucho más satisfactorios, dejamos de lado nuestro instinto y dejamos de disfrutar de la comida. Tristemente nos sentimos mal por no conseguir llevar a cabo un protocolo que realmente es insostenible y está mal pensado. Demasiada energía malgastada en un camino equivocado e imposible de mantener a largo plazo.

Para tratar el sobrepeso, debemos analizar las causas que te han llevado a coger esos kilos de más, tu salud digestiva, hormonal, nerviosa y otros tantos aspectos que debemos tener en cuenta para realizar un buen plan a medio/largo plazo. Es mucho más agradable entender y aprender a comer y vivir en salud y armonía que sumar las calorías de las galletas y los plátanos. Una buena dieta te ha de sumar nutrientes, salud y equilibrio, sino, no es buena para ti, así de simple.
Podemos analizar tu caso tanto en mi consulta de Madrid como en mi consulta online y puedes escribirme si tienes alguna duda sobre mi forma de trabajo.

Elena Cibrián,
Coaching sanitario y naturopatía
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