Vivimos en una sociedad que supuestamente cubre todas nuestras necesidades básicas, entonces ¿qué está pasando que casi todo el mundo está cansado y sin ganas de nada?. ¿Donde están la vitalidad y la energía que tanto necesitamos para adaptarnos a estos días? Bueno, quizá para empezar debamos plantearnos que nuestras  necesidades básicas son otras, y para continuar debamos atender dichas necesidades.
La serenidad, el tiempo libre, la socialización, la unión familiar, la alegría y una buena nutrición son ingredientes básicos para nuestro bienestar, en cambio parecen quedar relegados y no forman parte del top-ten de prioridades en nuestra sociedad. También son muchos los problemas añadidos que nos desgastan porque la conciliación laboral-familiar sigue quedándonos muy lejos, el ruido y los estímulos que nos acompañan son excesivos y la represión creativa que nos invade es frustrante, pero además nos enfrentamos a un problema físico muy común que pasa desapercibido: la fatiga adrenal.

La fatiga adrenal se caracteriza por un gran cansancio físico y mental que no se consigue aliviar descansando o durmiendo y que además suele estar acompañado por otros síntomas físicos y una gran sensación de malestar.

La medicina alopática contempla este problema como enfermedad de Cushing o enfermedad de Addison, pero es muy muy difícil que llegue a diagnosticarse alguna de estas enfermedades, a no ser que se encuentre en una fase muy avanzada y la analítica refleje niveles hormonales llamativos. Los desequilibrios no son tratados por la medicina alopática aunque sean suficientemente importantes como para causar un malestar continuo al paciente, pero la naturopatía tiene muy en cuenta las debilidades.

Las glándulas suprarrenales o glándulas adrenales

Sobre cada uno de nuestros riñones encontramos una glándula suprarrenal del tamaño aproximado de una nuez. Estas glándulas suprarrenales tienen una función reguladora vital para nuestro organismo porque se encarga de producir muchas hormonas y de regular su concentración. La adrenalina, el cortisol, la tirotropina (TSH), glococorticoides y hormonas sexuales dependen de las hormonas suprarrenales, lo que se traduce en que nuestra sexualidad, inmunidad, resistencia, tensión arterial, apetito y nuestra adaptación al estrés dependen del buen funcionamiento adrenal.
Además muchos expertos endocrinos como el reconocido Doctor Otto Barnes, han relacionado la debilidad suprarrenal con problemas tiroideos, ya que las glándulas y su regulación hormonal trabajan en armonía y así por ejemplo un desequilibrio en la glándula tiroides suele terminar afectando al buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales.

¿Qué debilita las glándulas suprarrenales?

  • El estrés físico, emocional y mental
  • Una mala alimentación
  • El tabaquismo y otras adicciones químicas
  • Algunos medicamentos, en especial los antiinflamatorios
  • Traumas, golpes, condición genética o tumores
  • Actividad física demasiado intensa y excitante

 

Síntomas de la fatiga adrenal

  • Inflamación crónica
  • Facilidad para enfermar, “coger” virus y otras infecciones
  • Sensación de agotamiento
  • Falta de claridad mental
  • Cansancio emocional, ansiedad, depresión
  • Altos niveles de glucosa, diabetes
  • Enfermedades autoinmunes: alergias, fribromialgia, lupus, psoriasis, asma…
  • Ansia por los dulces y los hidratos de carbono, sobre todo por la noche
  • Temperatura corporal extrema (mucho frío en invierno, mucho calor en verano)
  • Deseo sexual muy bajo
  • Infertilidad
  • Falta de motivación para el ejercicio
  • Colesterol alto

Si te ves reflejado en estos síntomas posiblemente tengas una disfunción suprarrenal y necesites un cambio de terreno que te permitan recuperar su función.

Consúltame y estudiaremos la mejor manera para que recuperes tu salud física y energética desde la base.

Elena Cibrián,
Coaching sanitario y naturopatía
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