Si conoces algo de mi trayectoria profesional sabrás que dedico gran parte de mi vida a tratar problemas de fertilidad y todo tipo de alteraciones metabólicas u hormonales, por lo que he podido llegar a la conclusión de que sobre todo en casos de infertilidad, las mujeres suelen sentir cierta presión para tratarse en clínicas de reproducción asistida como si fuese la única opción real posible. Es normal que se tenga esta sensación general ya que los ginecólogos y ginecólogas de este país se encargan de ello, pero además el desequilibrio social y la publicidad han impuesto una necesidad muy rentable para ciertos especialistas que realmente no lo es. Sin duda, las técnicas de reproducción asistida cumplen un papel muy importante y son una buena opción en muchos casos como por ejemplo en los que se tienen antecedentes o problemas genéticos, pero ni mucho menos es la mejor opción para todos los casos de infertilidad. Existen otras opciones para lograr el embarazo en caso de infertilidad que consiguen mejorar la fertilidad natural de la mujer a la vez que cuidan y mejoran su salud global. Yo propongo una terapia natural para conseguirlo.

Fertilidad e infertilidad

Eso a lo que llamamos fertilidad es algo innato en la mujer, es decir, forma parte de nuestro ser y nuestra fisiología igual que hacer la digestión o respirar. Son funciones naturales y perfeccionadas durante millones de años y por lo tanto nuestro organismo va a procurar siempre el buen funcionamiento de nuestros órganos reproductivos, es decir, la autorregulación y la fecundidad. ¿Entonces qué ocurre? ¿por qué cada vez más mujeres (se estima que un 25%) tienen problemas de fertilidad? Bueno, pues existen muchas causas y algunas seguro te sonarán como responsables de otros tantos problemas de salud también…:

  • Contaminación ambiental
  • Contaminación y mala calidad de los alimentos, abuso de aditivos alimentarios, azúcar y grasas refinadas además de restos de pesticidas y fertilizantes agrícolas entre otras.
  • Uso indiscriminado de disruptores endocrinos en casi todo lo que nos rodea, utensilios de cocina, tintes textiles, cosméticos, maquillaje, productos de higiene, pinturas y barnices, ambientadores, etc.
  • Estrés y otros problemas emocionales, que favorecen la baja autoestima, la desorientación y la desconexión con el instinto y la propia esencia
  • Edad tardía para procurar el embarazo (en mi opinión por falta de conciliación laboral)
  • Falta de correcto asesoramiento y atención temprana del desequilibrio. Si, has leído bien, en mi opinión la falta de profesionalidad y de ética médica son uno de los factores importantes de muchos casos de infertilidad.

Se que este último punto puede crear un debate que daría para otro artículo como poco, pero créeme que el 99% de los casos de infertilidad que he tratado en mi consulta no se habrían convertido en un problema para la mujer si hubiese sido asesorada y tratada correctamente por su ginecóloga, cuya labor es procurar la buena salud reproductiva y ginecológica de la mujer. Pero hoy en día no se trata de recuperar el buen funcionamiento de la fertilidad de la mujer, tan sólo se sustituye. Es decir, no se trabaja para recuperar la salud, sino para paliar los síntomas de la enfermedad e imitar al propio cuerpo químicamente. El problema es que es prácticamente imposible hacerlo eficazmente y por eso tiene efectos secundarios insanos. Nada ni nadie, salvo tu propio cuerpo va a ser capaz de regular la cantidad de hormonas saludables para ti en cada instante de tu vida y en cada circunstancia.

El terreno fértil

Progesterona, prolactina, estrógenos, FSH, LH, T4, insulina, melatonina, cortisol… todas las hormonas que intervienen en la reproducción tienen un papel preciso para conseguir el embarazo en un momento determinado, y el organismo equilbra y armoniza esta “danza” hormonal como si de la maquinaria de un reloj se tratase. Administrar progesterona “como para una boda”, corticoesteroides o heparina casi por protocolo y sin tener en cuenta los efectos secundarios en mi opinión es como matar moscas a cañonazos… puede que funcione en un 30% de los casos, pero no es la forma más saludable de conseguirlo la mayoría de las veces. Además entran en juego la calidad de la sangre, la oxigenación, la circulación sanguínea, vitaminas, ácidos grasos y oligoelementos esenciales para el metabolismo de nuestra fertilidad y para mantener el embarazo una vez se consiga.

No olvidemos que para conseguir la fertilidad necesaria para traer al mundo una vida sana se han de cumplir 2 condiciones:

  1. conseguir la fecundación
  2. mantener el embarazo sano hasta el nacimiento

Para ello necesitamos un terreno fértil, con todo lo que esto implica. Yo siempre digo en consulta que al fin de cuentas, que surja la vida depende de la “magia”… (si, se que no suena muy científico, pero es que aún nos queda mucho por conocer científicamente), y es que por mucho que el óvulo sea perfecto, el espermatozoide ideal, la mucosa, el riego, el equilibrio hormonal y el nutricional sean óptimos, para que se cree vida tiene que surgir una “chispa” de energía mitocondrial que no se puede imitar o sustituir, tan solo podemos procurar tener el terreno más sano en todos los sentidos y adecuado para que esa chispa de energía y vida se produzca y se mantenga, ya hamos conseguido fecundación natural o asistida.

El envejecimiento celular (a cualquier edad), el estrés y la SALUD (con mayúsculas) determinan la fertilidad, por lo tanto lo más sencillo y natural será conseguir un cuerpo sano, oxigenado y sereno para conseguir el embarazo. En la terapia de fertilidad natural que yo propongo desde hace años, trabajamos con nutrición, regulación hormonal, suplementación ortomolecular y técnicas para el manejo del estrés, acompañando hasta que recupere el terreno fértil óptimo para que surja la vida. Es un proceso natural y siempre mejora la salud, no tiene efectos secundarios, ni genera más estrés ni sufrimiento ni culpa como si que hacen otros procesos.

La vida surge cuando el cuerpo está preparado, cuando esa chispa energética puede producirse, cuando el terreno es fértil y hay espacio físico y emocional en nuestro ser para una nueva vida. Hay mucho que podemos hacer al respecto. Pregúntame lo que necesites o pide una cita para que estudiemos tu caso en consulta.

Elena Cibrián
Consulta de Naturopatía
elena@tunaturopata.es / 697 907 132 (WhatsApp)
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