La nutrición es uno de los pilares más importantes de nuestra salud y por lo tanto es una base fundamental de la naturopatía que yo practico. Para mi no hay cura sin buena nutrición ya que es lo que marca la diferencia entre un terreno sano y uno enfermo (con o sin síntomas).

El problema es que con esto de la “buena nutrición” hay mucha confusión. No recibimos formación nutricional en la infancia, ni en nuestra familia ni en escuelas ni en los centros de salud, así que de mayores, en cuanto tenemos algún problema digestivo o de peso nos lanzamos a buscar información en internet y es cuando llega el caos. Comer proteínas, no comerlas, el gluten, el azúcar, los aceites buenos, las grasas malas… en fin, toda una maraña de información en la que no hay quien se aclare.

La respuesta es muy simple: no hay una dieta ideal para todo el mundo y todo momento. Cada persona y cada circunstancia necesita nutrirse de una manera específica. No es lo mismo una mujer con infertilidad que se está tratando para quedar embaraza, que un hombre con gastritis o una persona con adicción al azúcar. Cada una de estas personas necesitará una terapia a medida y por lo tanto una nutrición específica, al menos es mi forma de trabajar y la forma en que consigo mejores resultados.

En cualquier caso, si que hay algunas pautas comunes y buenas para todo el mundo, así que he hecho una lista con los 10 consejos para convertir tus platos en una versión mejorada y más nutritiva:

1. Cambia tus lechugas:

Existen un montón de variedades de verduras de hoja que puedes añadir a tu ensalada y aportarán mucho más que una simple lechuga romana o iceberg. Prueba con rúcula, berros, espinaca, hojas de remolacha, kale, achicoria, acelga, endivia, escarola, canónigos, lombarda… haz tus combinaciones preferidas!

2. Brócoli sobre todo:

Desgrana 2 brócolis (corta la parte más externa y verde de cada ramillete) y guarda esas hojitas en un tarro de cristal en la nevera. Añade una cucharada de estas hojas de brócoli a tu ensalada, a tu arroz con verdura, a la pasta, a cremas o a cualquier comida que te apetezca! Aportarás un montón de vitaminas, minerales, enzimas y fibra con tan solo un par de cucharadas en tu plato. Ideal si lo tomas crudo o poco cocinado.

3. Sal marina mejor:

La sal es un ingrediente imprescindible para nuestra salud. Entre otras cosas, nuestros impulsos nerviosos necesitan sal y agua para transmitirse así que son dos ingredientes a los que tenemos que prestar atención. Una sal de buena calidad y en la cantidad adecuada puede ayudar a cambiar tu salud y metabolismo en poco tiempo. Utiliza una sal marina, sin refinar y de buena calidad. Puedes encontrarla en herbolarios y tiendas especializadas también con el nombre de sal integral. Puede ser sal fina, no tiene porque ser gorda, aunque si quieres también la encontrarás.

4. ¿Cacao puro o azúcar puro?:

Por qué elegir sucedáneos y preparados azucarados para nosotros y nuestros hijos cada mañana? Sobre todo en los alimentos que consumimos a diario, tenemos que poner especial cuidado. Elige un cacao puro, sin azúcar añadido o que contenga al menos un 80% de cacao. Para que te hagas una idea, el Nesquick es un 80% azúcar y un 20% cacao. Como ves, es mucho mejor comprar un cacao puro de calidad y endulzarlo como tú prefieras, con azúcar de coco, miel, leche de avena, panela…

5. Un buen queso en vez de queso rallado o quesitos:

El queso es uno de los alimentos que más consumen niños y mayores, y puede ser una fuente buena de nutrientes o una fuente más de grasa saturada. Elige un buen queso Cottage, Cheddar, Gouda o queso de Cabra para el bocadillo de tu hijo y con poca cantidad añadirás bacterias probióticas muy importantes para su salud (y para la tuya).

6. Aceite de oliva crudo:

El aceite de oliva es un ingrediente común en todas las cocinas hoy en día. Es muy nutritivo y rico, pero al cocinarlo pierde casi todo su valor nutricional. Por eso, elige un buen aceite virgen extra y añádelo a tus recetas en crudo, cuando el alimento ya esté cocinado y al servirlo en el plato puedes añadir un chorrito de aceite de oliva para un extra de cremosidad y sabor (arroces, cremas, guisos, pasta, pescados…).

7. Especias sin miedo:

Para comer una variedad de alimentos en tu día no hay nada mejor que las especias. Son vegetales y nutrientes concentrados, llenos de sabor y texturas que te pueden dar mucho juego en tu cocina. Atrévete con las mezclas de especias indias, chinas o árabes o si lo prefieres haz tus propias mezclas, pero es muy recomendable que juegues añadiendo a tus platos comino, pimienta, canela, clavo, pimentón, anís, laurel, albahaca, cilantro, hinojo y orégano.

8. Verduras al dente:

Las verduras son indispensables en la dieta. No sólo aportan nutrientes, sino que aportan también fibra y enzimas. La fibra es más “famosa” pero las enzimas son igual de importantes ya que sin ellas no podríamos digerir los alimentos. Son como las “llaves” que desbloquean los nutrientes de los alimentos para que nuestro organismo pueda cogerlos durante la digestión. El problema está que un calor excesivo elimina gran parte de estas enzimas de los vegetales además de algunas Vitaminas. Por eso no solo es importante comer verduras, sino cocinarlas con poco calor o durante poco tiempo, sin que pierdan su firmeza.

9. Arroz (y todo) integral:

El arroz integral es mejor. Al igual que el resto de cereales, el arroz integral es más nutritivo y aporta más fibra, así que salvo en algunas excepciones de salud es mejor elegir esta opción. ¿Por qué conformarnos con una versión reducida cuando podemos comer el grano entero?

10. Endulza con talento:

Elegir cómo endulzar lo que comemos puede suponer la diferencia entre salud y enfermedad. El azúcar es omnipresente en nuestra alimentación hoy en día, y es la causa de la mayoría de enfermedades de nuestra sociedad directa o indirectamente, así que optar por azúcar de coco, miel, panela o estevia puede salvarnos la vida literalmente.

Además de todo esto, si puedes optar por comprar alimentos ecológicos y de cercanía tendrás mucho ganado con respecto a tu salud, ya que tus platos contendrán más nutrientes y menos tóxicos. Hoy en día hay muchas opciones para comprar carne, huevos, verduras y fruta ecológica como por ejemplo los productos ecológicos de Dehesa El Milagro.

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Espero que estos consejos te sirvan de guía para comenzar a nutrirte mejor sin esfuerzo, pero si tienes algún problema de salud concreto o necesitas un tratamiento especializado puedes consultarme y buscaremos una solución a medida para ti. Recuperar el equilibrio, el bienestar y la naturalidad en nuestras vidas, comienza con una buena nutrición.

Elena Cibrián
Coaching sanitario y naturopatía en Madrid
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